Este post es simplemente para rendir un pequeño homenaje a
aquellos que arriesgaron o dieron su vida en 1982 en el conflicto por las Islas
Malvinas. A todos ellos mi más sincero
respeto y admiración.
Un análisis de Leandro Morgenfeld sobre las islas que creo
que vale la pena leer es el siguiente:
"Malvinas
es un resabio colonial inaceptable"
Por Juan Brodersen | Yahoo! Argentina Noticias
Leandro Morgenfeld es docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (editado por Continente el año pasado), es una referencia para cuestiones bilaterales y Malvinas no escapa a su ojo crítico.
El
historiador da "Historia Social General" en la carrera de Historia de
la Facultad de Filosofía y Letras, además de "Historia argentina" en las
facultades de Económicas y Sociales. Aquí, algunos conceptos
fundamentales: el análisis de la situación actual, las posibilidades
reales de recuperar las Islas, y el origen de "uno de los mayores ejes
de conflicto de la política exterior argentina" son algunos de los temas
que trata el autor con claridad, un ojo crítico y una precisión
admirable.
1. ¿Qué implica la discusión sobre la soberanía de Malvinas? ¿Es un litigio simbólico, económico o bien una combinación de ambos?
El litigio no sólo es simbólico, sino
real y concreto. Gran Bretaña tiene intereses geoestratégicos ya que la
ocupación de Malvinas le permite tener una base (a Londres y a la OTAN)
en el Atlántico Sur, y muy próxima a la Antártida, otra región
estratégica disputada por muchos países. Además, hay intereses
económicos. La pesca (los permisos que conceden los isleños), dejan
ingresos muy importantes (el PBI llega a 100 millones de dólares
anuales, para una población de sólo 2200 personas, lo cual da un PBI per
cápita de casi 50000 dólares anuales, elevadísimo). Además, hay
importantes reservas de petróleo. Cuando empiece su extracción, dará
ingresos económicos muy significativos. No es casual que la British
Petroleum y socios estadounidenses estén detrás del negocio, ampliando
la exploración en los últimos años.
2. A 30 años de la guerra, ¿qué se está disputando la Argentina con Gran Bretaña? ¿Cómo surgió el conflicto?
La
discusión fundamental es por el tema de soberanía. Sobre ese punto no
hay discusión: es un inaceptable resabio colonial de principios del
siglo XIX. El conflicto por Malvinas surge a partir de un incidente
entre las Provincias Unidas y Estados Unidos en 1832: Gran Bretaña había
abandonado las Islas en 1774, luego de la firma de un acuerdo con
España, que pasó a ocuparlas, prohibiendo el ingreso de los barcos
balleneros y la pesca extranjera. Tras la declaración de la
independencia, se retiraron los colonos, y hacia 1820 el gobierno de las
Provincias Unidas tomó posesión formal de las mismas. Tres años
después, Pablo Areguati fue nombrado gobernador. En 1829, Lavalle nombró
a Lewis Vernet como gobernador político y militar, a quien se encomendó
un control más rígido de las islas. Sin embargo, los barcos extranjeros
fueron reacios a aceptar los límites impuestos por Vernet, quien se
apoderó de tres buques estadounidenses. Uno de ellos, el "Harriet", fue
enviado a Buenos Aires, para ser sometido a juicio. Esto ocasionó
fuertes protestas del cónsul George Slacum, novato representante de
Washington en Buenos Aires. Slacum presentó una protesta formal,
desconociendo el derecho argentino a capturar buques estadounidenses o
negarles el uso de las pesquerías, lo cual suscitó una airada respuesta
del canciller Tomás Manuel de Anchorena. La controversia diplomática no
hizo sino agravarse, tras la llegada del buque de guerra estadounidense
"Lexington" al puerto de Buenos Aires. Su capitán, Silas Duncan, dio un
ultimátum a Anchorena, en respuesta a la captura del "Harriet",
amenazando con avanzar con su embarcación hacia las Malvinas. Duncan
calificó al gobernador Vernet como saqueador y pirata. En medio de esa
controversia, el influyente comerciante y diplomático inglés Woodbine
Parish comunicó al gobierno de las Provincias Unidas que Gran Bretaña
tenía pretensiones sobre las islas desde que se había retirado, más de
medio siglo antes.
3. ¿Cómo reingresaron los ingleses en esta historia?
Aprovecharon
el conflicto Buenos Aires-Washington para avanzar en su pretensión
colonialista. Reivindicando derechos abandonados explícitamente en 1774,
ocuparon las islas en diciembre de 1832 y trasplantaron allí población
nueva. Sabían que el gobierno de Estados Unidos, en fuerte controversia
con el de las Provincias Unidas, no se opondría a la ocupación inglesa.
En el medio de la puja bilateral, ni el gobierno de Buenos Aires exigió a
Estados Unidos que aplicara la doctrina Monroe para rechazar la
apropiación inglesa (a pesar de que la misma se declaraba contraria al
establecimiento de cualquier colonia europea nueva en América), ni la
Casa Blanca reaccionó por su cuenta protestando contra Gran Bretaña. Se
iniciaba, así, uno de los mayores ejes de conflicto de la política
exterior argentina.
4. ¿Cómo puede afectar el reflote del reclamo por las Islas la relación de Argentina con Gran Bretaña?
Argentina
debería presionar junto a los demás países latinoamericanos, como lo
viene haciendo. Insistir en todos los foros diplomáticos, pero tomar
medidas que ataquen intereses económicos británicos en Argentina
(petroleras, tierra, bancos, empresas), para convencer al gobierno
inglés de la necesidad de sentarse a negociar, tal como viene reclamando
la ONU desde 1965.
5. ¿Cuán real es la posibilidad de recuperar la soberanía sobre las islas por vía diplomática?
La
vía diplomática es la alternativa que actualmente viene desplegando el
gobierno argentino. Aunque también planteó algunas medidas, informales,
para limitar compras británicas. A mi juicio, la presión diplomática en
todos los foros internacionales debe ir acompañada con medidas
económicas, preferentemente tomadas en forma conjunta con los demás
países latinoamericanos. El problema con la diplomacia es que la máxima
autoridad de la ONU es su Consejo de Seguridad, antidemocrático, que
cuenta con 5 potencias con asiento permanente y derecho a veto. Allí no
va a resolverse nada sin la aceptación británica.
6.
Philip Hammond , ministro de Defensa inglés, dijo que Argentina no es
una amenaza bélica porque no tiene poderío militar. ¿Creés que tiene
lugar algún tipo de potencial planteo bélico, considerando lo dramática
que fue la experiencia de 1982?
No actualmente.
Efectivamente, como dijo Hammond, el potencial militar argentino es casi
nulo. Sin embargo, pese a esas declaraciones, los ingleses vienen
reforzando la presencia militar en las Islas. Esto tiene que ver con la
crisis política, económica y social que atraviesa el gobierno de
Cameron, que pretende tapar los problemas internos agitando el fantasma
del "colonialismo argentino", como hizo Thatcher cuando aplicaba un
ajuste social sin precedentes. No creo que, en Argentina, existan
condiciones para una opción militar, luego del fracaso del intento del
dictador Galtieri.
7. Ambos países se muestran muy
firmes con sus posturas: Argentina con reclamar, Gran Bretaña con
defender. ¿Qué crees que puede llegar a suceder con esta disputa?
Si
se desarrolla una estrategia consecuente, tarde o temprano debe
terminar esta situación de dominación colonial. El colonialismo es una
rémora de otra etapa del capitalismo. Será cada vez más difícil a los
británicos defender la ocupación de un territorio tan lejano. Como el
peñón de Gibraltar. Y es absurdo, habiendo sido la mayor potencia
colonialista de toda la historia, que planteen el principio de
autodeterminación de los isleños, siendo estos un pueblo trasplantado y
de ciudadanos británicos.
8. ¿Cómo afectaría a la gente que vive allí un cambio de soberanía?
En
principio, podrían conservar el gobierno local, y pasarían a formar
parte del Estado argentino. Dado que actualmente en Malvinas hay una
amplia actividad económica, no afectaría demasiado. Sí se eliminaría la
base militar británica, y podría ampliarse la presencia de argentinos,
con programas de asentamiento como los que existen en la Antártida.
Además, se acrecentarían los flujos con el continente, con Argentina, y
seguramente tendrían una mucho mayor actividad turística.
9.
Estados Unidos intervino diplomáticamente en el conflicto en la OEA.
¿Puede hacer a la solución del conflicto la intervención norteamericana?
Estados
Unidos fue y es un aliado clave de Gran Bretaña. Históricamente, en la
OEA, trató de evitar que se tocara el tema Malvinas, para no
comprometerse con su mano derecha en la OTAN. Hace años que se declaran
"neutrales" en el conflicto, señalando que deben resolverlo Londres y
Buenos Aires, que reconocen la ocupación "de facto", pero que no se
expiden sobre el debate en torno a la soberanía. Como América Latina
viene presionando cada vez más fuerte por el tema Malvinas, Washington
intenta un equilibrio para no malquistarse con América Latina, y a la
vez no tomar compromisos que generen tensiones en la relación con
Londres (hace pocos días, Cameron visitó a Obama, tras lo cual salió a
declarar que la Casa Blanca respaldaba su posición, cuestión que fue
matizada rápidamente por el Departamento de Estado). En síntesis, no
creo que la solución provenga de una intermediación estadounidense, ya
que Estados Unidos no va a romper esa alianza histórica con Gran
Bretaña.
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